PARA COMENZAR A PENSAR
EN EL PROYECTO FINAL
Es importante que ya a
esta altura del cuatrimestre empecemos a pensar en el proyecto que nos va a
permitir promocionar la materia. Recuerden que para lograrlo deberán presentar
un proyecto para primer ciclo y otro para segundo. Es fundamental en este punto
tener un importante corpus de lecturas para poder trabajar con soltura.
Recordemos la
estructura y los pasos para armar un proyecto:
En primer lugar
tenemos que tener claro que un proyecto no es lo mismo que una secuencia. El
primero implica SIEMPRE UN PRODUCTO que
se va a convertir en la columna vertebral del trabajo. Debemos definir el
género (poesía, narrativa o teatro) Los autores. El corpus propiamente dicho.
En todo proyecto es
fundamental la FUNDAMETACIÓN. El
Diseño es importante pero de ningún modo puede ser el único marco teórico, para
eso la cátedra les ofrece mucha y variada bibliografía. Debo tener claro los
objetivos y las expectativas de logro. Los contenidos. Mis estrategias como
docente y las actividades de los niños. El tiempo en los proyectos no se maneja
por día sino por ETAPAS. No puedo olvidarme de la evaluación. Es importante
que se consigne la bibliografía. Pueden
utilizar el material de la cátedra o algún otro, el del blog o el material que
deseen siempre y cuando puedan defender en el coloquio el trabajo presentado.
Los coloquios se dan en la fecha de los exámenes y desde luego voy a ser yo
quién los evalúe. A continuación les ofrezco un material que puede resultarles
muy útil. ¡Adelante!!!
Sin duda la literatura es un discurso, una práctica cultural
milenaria que mira la realidad y la afronta sin obviedad. La literatura como
escritura es el lugar donde los hombres reflexionan profundamente sobre los
orígenes y misterios de la vida y del mundo en clave de ficción, de
simbolización, vale decir de desplazamiento. Y esas formas especiales de
trabajar el lenguaje requieren una forma de leer en la cual el lector se
compromete integralmente. La literatura pide un lector que se emocione, que reflexione,
que suelte su imaginación para la construcción de mundos posibles, que se
detenga a interrogar y disfrutar las palabras. El docente es modelo lector pero
lo más importante no es que los niños LO VEAN LEER, sino que ellos puedan
percibir que para ese maestro/maestra, la literatura es algo esencial, vital, “disfrutable.”.
(…) sin desdeñar las
situaciones que remiten la función de la escritura a sus usos más
instrumentales, cabe señalar la importancia y el lugar irremplazable de la
lectura de textos literarios potentes, interesantes, bien escritos. Un chico
encuentra que aprender a leer tiene sentido cuando “descubre” que las historias
que ha escuchado están escritas y que se puede volver a ellas una y otra vez
para leerlas, porque le han gustado mucho. Las bases de la formación literaria
y del acceso al texto escrito se configuran desde edades tempranas. Las aulas
del Nivel Inicial y del Primer Ciclo de la EGB /Nivel Primario deben convertirse en lugares
que aseguren a los alumnos un contacto rico, vivo y placentero con los libros.
Aunque no “sepan leer” de modo convencional, ahí se está jugando, precisamente,
la partida más importante para su futuro como lectores (…). Gaspar y González
(coord.) Cuadernos para el aula. Lengua 1, p. 22
“La literatura brinda un espacio protegido para vivir
alternativas frente a los límites de la propia vida; incita a la reflexión
acerca de la propia experiencia; amplía la mirada y la comprensión de los otros
y de otras culturas al sumergirnos en otras maneras de sentir, de pensar, de
decir; expande las posibilidades sobre las formas de ver y de contar la
realidad; permite, más que otros discursos detenerse en el espesor de las
palabras; nos sumerge en paisajes y tiempos a los que no accederemos por
experiencia directa; nos convoca como miembros de una tradición cultural.(…)
Una escuela que se propone esta formación ofrece continuas oportunidades para
que lean gran cantidad de textos literarios. El número de obras leídas es
fundamental, porque permite construir un horizonte de expectativas contra el
cual se proyecta cada nueva lectura. Algunos ejemplos: al leer “había una vez”
en el comienzo de un relato, el lector que haya leído numerosos relatos
maravillosos reconocerá de inmediato que se le propone un pacto de lectura específico;
solo es posible advertir los desvíos que propone la parodia, y por lo tanto
leer desde esa clave, si se han leído textos no paródicos del mismo género; las
palabras “pirata” o “bucanero” despiertan resonancias solo cuando el lector se
ha “embarcado” en varios viajes de las novelas de aventuras.” Gaspar y González (coord.) Cuadernos para
el aula. Lengua 4, pp. 27 -28
“La lectura en el aula supone una cuidadosa selección: en el siempre escaso tiempo escolar, solo vale la pena detenerse en textos que sean potentes por su calidad literaria y por las resistencias que oponen a la lectura. No todos los libros para niños tienen estas características. De hecho, se encuentran en el mercado editorial abundantes ejemplos de materiales que recurren a estereotipos en las imágenes y en las historias, y que no tienen una ambición estética. En consecuencia, hallar un libro para niños que valga la pena supone descartar muchos en el camino. En esa selección, el docente pone en juego tanto su conocimiento sobre títulos, autores y editoriales como sus saberes acerca de la literatura, que le permiten juzgar de manera consciente los méritos de unas obras por sobre otras.” Cuadernos para el aula. Lengua 4, pág. 29
“La lectura en el aula supone una cuidadosa selección: en el siempre escaso tiempo escolar, solo vale la pena detenerse en textos que sean potentes por su calidad literaria y por las resistencias que oponen a la lectura. No todos los libros para niños tienen estas características. De hecho, se encuentran en el mercado editorial abundantes ejemplos de materiales que recurren a estereotipos en las imágenes y en las historias, y que no tienen una ambición estética. En consecuencia, hallar un libro para niños que valga la pena supone descartar muchos en el camino. En esa selección, el docente pone en juego tanto su conocimiento sobre títulos, autores y editoriales como sus saberes acerca de la literatura, que le permiten juzgar de manera consciente los méritos de unas obras por sobre otras.” Cuadernos para el aula. Lengua 4, pág. 29
No puedo trabajar con un libro que yo como
docente no lo haya leído previamente.
- En primer término, leer el libro y apreciarlo en sí mismo;
no dejarse llevar por la tentación de leerlo inicialmente pensando en las
actividades que se realizarán con él. Es conveniente tomar notas sobre lo que
llama más la atención, lo que resulta original, divertido, extraño; también
sobre aquello que el libro nos evoca (otros libros, personajes, historias,
también experiencias vitales, otros textos del autor, etc.). Estas primeras
notas serán un insumo importante para pensar luego actividades. Y si es posible
hacer esta tarea con otros, mucho mejor: la literatura ofrece múltiples
lecturas y muchas veces al leer con otros encontramos más posibilidades de las
que se nos ocurren leyendo solos.( Pueden hacer el
proyecto con una compañera o compañero)-
Considerar el tipo de invitación que el libro ofrece en tanto experiencia de
lectura (rápida, detenida, relecturas posibles). Esta experiencia se relaciona
con diferentes aspectos, por ejemplo: los juegos formales (metáforas,
reiteraciones, estructuras circulares en el relato, narrador que se devela en
un momento particular, etc.), las relaciones entre palabras e imágenes, la
forma y tamaño de las letras y sus connotaciones, la disposición del texto en
las páginas, las características y simbolizaciones posibles de las imágenes.
- Investigar un poco sobre otras obras del autor, la colección en la que está inscripto el libro (si es así), la editorial, la fecha de primera edición. Toda esta información permitirá realizar una lectura contextualizada y contar con datos que luego podrán hacer crecer las ideas para el abordaje del libro en el aula
- Al planificar las actividades, tener en cuenta que no siempre es productivo comenzar por la exploración del paratexto: mirar la tapa y el título, anticipar el contenido del libro, decir el nombre del autor, ir a la contratapa, etc.; comenzar siempre de la misma manera rutiniza el acercamiento a los libros. La potencialidad de estas tareas depende de las características de cada obra: SEAN CREATIVOS RECUERDEN MAESTRO CREATIVO NIÑOS CREATIVOS!!!
- Imaginar qué se puede leer en las sucesivas relecturas (por ejemplo: primero la historia, en segundo lugar las motivaciones de los personajes, las sorpresas que el libro depara, el relato y las voces de los personajes, las imágenes y sus posibles sentidos, la concentración de la atención en un detalle a lo largo de varias páginas, etc.) y también las actividades más propiamente alfabetizadoras que el libro puede tolerar sin quebrar su lectura como experiencia estética.
- Trazar algún campo semántico (conjunto de palabras que están relacionadas por su significado) con las palabras presentes en el texto y asociadas, que podrá ser reutilizado en el momento de armado de la secuencia para los niños que se están iniciando en la alfabetización inicial.
Por último, y sobre todo: si bien es probable que el libro provoque múltiples asociaciones y temas que nos interesaría tocar, es importante “quedarse en el libro” durante bastante tiempo, obligarse a releerlo varias veces en lugar de saltar rápidamente a pensar en otros temas para las clases y a actividades no relacionadas directamente con el libro mismo. Como señala Aidan Chambers: “Desde luego cada obra de literatura involucra materias de discusión, pero es igualmente importante que es un suceso lingüístico, una construcción metafórica, un objeto “elaborado” que crea, como nos enseñó a decir Susanne Langer, ‘la ilusión de una vida bajo la forma de un pasado virtual’. Lo que enseñan los textos – nos recuerda Margaret Meek – es un proceso de descubrimiento para los lectores, no un programa de instrucción para los maestros”. (Chambers, Aidan (2007) Dime. México: FCE, p. 56).
MINISTERIO DE EDUCACIÓN DELA
NACIÓN
DIRECCIÓN NACIONAL DE GESTIÓN CURRICULAR Y FORMACIÓN DOCENTE
ÁREA LENGUA
LIC. MARÍA DEL PILAR GASPAR
LIC. SILVIA M. GONZÁLEZ (COORD.)
- Investigar un poco sobre otras obras del autor, la colección en la que está inscripto el libro (si es así), la editorial, la fecha de primera edición. Toda esta información permitirá realizar una lectura contextualizada y contar con datos que luego podrán hacer crecer las ideas para el abordaje del libro en el aula
- Al planificar las actividades, tener en cuenta que no siempre es productivo comenzar por la exploración del paratexto: mirar la tapa y el título, anticipar el contenido del libro, decir el nombre del autor, ir a la contratapa, etc.; comenzar siempre de la misma manera rutiniza el acercamiento a los libros. La potencialidad de estas tareas depende de las características de cada obra: SEAN CREATIVOS RECUERDEN MAESTRO CREATIVO NIÑOS CREATIVOS!!!
- Imaginar qué se puede leer en las sucesivas relecturas (por ejemplo: primero la historia, en segundo lugar las motivaciones de los personajes, las sorpresas que el libro depara, el relato y las voces de los personajes, las imágenes y sus posibles sentidos, la concentración de la atención en un detalle a lo largo de varias páginas, etc.) y también las actividades más propiamente alfabetizadoras que el libro puede tolerar sin quebrar su lectura como experiencia estética.
- Trazar algún campo semántico (conjunto de palabras que están relacionadas por su significado) con las palabras presentes en el texto y asociadas, que podrá ser reutilizado en el momento de armado de la secuencia para los niños que se están iniciando en la alfabetización inicial.
Por último, y sobre todo: si bien es probable que el libro provoque múltiples asociaciones y temas que nos interesaría tocar, es importante “quedarse en el libro” durante bastante tiempo, obligarse a releerlo varias veces en lugar de saltar rápidamente a pensar en otros temas para las clases y a actividades no relacionadas directamente con el libro mismo. Como señala Aidan Chambers: “Desde luego cada obra de literatura involucra materias de discusión, pero es igualmente importante que es un suceso lingüístico, una construcción metafórica, un objeto “elaborado” que crea, como nos enseñó a decir Susanne Langer, ‘la ilusión de una vida bajo la forma de un pasado virtual’. Lo que enseñan los textos – nos recuerda Margaret Meek – es un proceso de descubrimiento para los lectores, no un programa de instrucción para los maestros”. (Chambers, Aidan (2007) Dime. México: FCE, p. 56).
MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE
DIRECCIÓN NACIONAL DE GESTIÓN CURRICULAR Y FORMACIÓN DOCENTE
ÁREA LENGUA
LIC. MARÍA DEL PILAR GASPAR
LIC. SILVIA M. GONZÁLEZ (COORD.)
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