viernes, 5 de abril de 2013

LA GRAN OCASIÓN La escuela como sociedad de lectura (de Graciela Montes)


COMISIONES DE LOS MARTES POR FAVOR LEER ESTE DOCUMENTO PARA LA PRÓXIMA CLASE...


Leer vale la pena... Convertirse en lector vale la pena...

Lectura a lectura, el lector –todo lector, cualquiera sea su edad, su condición, su circunstancia…– se va volviendo más astuto en la búsqueda de indicios, más libre en pensamiento, más ágil en puntos de vista, más ancho en horizontes, dueño de un universo de significaciones más rico, más resistente y de tramas más sutiles. Lectura a lectura, el lector va construyendo su lugar en el mundo.
Lo que sigue es una reflexión acerca de esta lectura que vale la pena. Es también una propuesta: que la escuela se asuma como la gran ocasión para que todos los que vivimos en este país –cualquiera sea nuestra edad, nuestra condición, nuestra circunstancia…– lleguemos a ser lectores plenos, poderosos. La lectura no es algo de lo que la escuela pueda desentenderse.

Este es un texto imperdible que debemos leer de punta a punta… así que les sugiero que busquen el texto completo en la siguiente dirección.. ¡Qué lo disfruten!! Después debatimos en clase

http://www.me.gov.ar/curriform/gran_ocasion.htm

3 comentarios:

Natalia Daniel dijo...

- La escuela debe asumirse como la gran ocasión para que todos lleguemos a ser lectores plenos y poderosos.
- Leer es construir sentido. No sólo se lee lo cifrado en letras, se "lee" una imagen. Desde que nacemos "leemos" el mundo, buscamos sentidos.
- "Tomar la palabra" es un momento clave en la historia del lector. Desde que nacemos o incluso desde antes, estamos sumergidos en el lenguaje. Al tiempo que se nos vuelve familiar, nos vamos adueñando de él para dar voz a nuestra lectura del mundo.
- La lectura empieza siendo oral. La escuela pondrá a los lectores frente a un nuevo desafío: las letras, lenguaje anclado, que no fluye, que no está y deja de estar al minuto como la palabra oral, que persiste. "Leer lo que fue escrito" es entrar al registro de memoria de la sociedad, de los universos de significación que las sociedades fueron construyendo a lo largo del tiempo y las circunstancias. La escuela es la encargada de franquear la entrada al mundo de lo escrito.
- La postura del lector es única, contraria a la irreflexión, a la reproducción, al automatismo. Implica desnaturalizar lo que se tiene delante, posicionarse como extranjero, desconcertarse y luego aceptar el reto. Estar frente a un libro no necesariamente implica haber asumido esta posición, haber "leído", jugado el juego. La actitud de lectura no es un don mágico y eterno, sino una historia, hecha de prácticas y episodios, que puede madurar o achicharrarse. Hay situaciones más amparadoras de lectura que otras, y la escuela es la gran ocasión para avivar esta actitud de lectura, de arrojo, de búsqueda, de construcción de sentidos.
- La lectura no se "da", no es una donación. Es más bien una habilitación para la experiencia, dar ocasión para que la lectura tenga lugar, garantizar un espacio y un tiempo, textos, mediaciones, condiciones, desafíos y compañía para que el lector se instale en su posición de lector.
- Apuntar a "leer por placer" supuso un giro en la actitud de la escuela hacia la lectura, significaba un reconocimiento del lector como sujeto capaz de elegir, disfrutar. Pero este permiso no bastaba para formar lectores.
- La lectura no es consumo, es producción. Cada lector o lectora construye, con sus hipótesis y riesgos, su propia lectura, su "lectio". El lector no es tabula rasa, la lectura se entreteje con su cultura, códigos, pasado de lectura, anticipaciones, deseos. Es así que no hay dos lecturas iguales. Puede ocurrir que un maestro piense que el texto tiene "un" sentido, independiente del lector, una "interpretación oficial" a la que toda lectura "correcta" debería acercarse. La descalificación de interpretaciones "raras" o "diferentes", no las hará desaparecer. Al cambiar de actitud, dando ocasión a cada "lectio," verá cómo ese texto conocido, se multiplica y abre en significaciones inesperadas.
- La escritura y la lectura son dos caras de la misma moneda, van siempre juntas. Escribir es una forma de estar leyendo, la decisión de escribir supone desear alguna lectura.
- El papel de "el que sabe", el "dador" en que se ha puesto al docente, entra en crisis cuando se piensa en la lectura como experiencia personal. ¿Cuál es su papel entonces? Primero, crear la ocasión, un tiempo y espacio propicios, un estado de ánimo. La comunidad del aula es la primera y más rica comunidad de lectura que puede generar la escuela.

Natalia Daniel dijo...

- Hay un momento inevitable y central a la lectura, cuando el lector se pone frente al texto, como jugador frente al tablero, como escritor frente a la página en blanco. Es un momento inquietante y enigmático, uno "no sabe" si saldrá adelante con el juego. Tal vez, lo mejor que pueda hacer el maestro, bibliotecarios, mediador, sea no interponerse, permitir ese encuentro. Esa "desprotección" supone también una promoción del lector, una confianza en su poder y autonomía.
- A veces el equipaje juega en contra, una caja de herramientas cerrada y fija puede conspirar en contra de la lectura. Un lector perezoso suele aspirar a repetir el juego que ha aprendido a jugar. Será tarea del mediador, sacudir la pereza, volver a poner a los lectores frente al enigma.
- Otro papel fundamental del maestro es ayudar a los lectores a ingresar al gran tapiz para entretejer en él sus lecturas, señalando cruces, ayudando con otros relatos "familiares", apuntando a una imagen, una película que quizás conozcan.
- Una buena intervención por parte del maestro es aquella que guía, acompaña, invita, escucha y permite que los lectores pongan voz a su lectura, compartan hipótesis. Puede aportar su propia lectio, sin "enseñar" su interpretación porque lo que está enseñando es "a leer", demostrando curiosidad, interés y aliento frente a estrategias "raras" o diferentes.

Unknown dijo...

La gran ocasión: la escuela como sociedad de lectura. Graciela Montes

“Leer vale la pena… Convertirse en lector vale la pena… Lectura a lectura, el lector —todo lector, cualquiera sea su edad, su condición, su circunstancia...— se va volviendo más astuto en la búsqueda de indicios, más libre en pensamiento, más ágil en puntos de vista, más ancho en horizontes, dueño de un universo de significaciones más rico, más resistente y de tramas más sutiles. Lectura a lectura, el lector va construyendo su lugar en el mundo.”
Va buscando sentidos, significaciones que están presentes en todas sus vivencias. Porque leer es construir sentido; y esa construcción es el resultado de un arduo trabajo, ya sea producto de una lectura invisible, es decir privada, silenciosa o de una lectura visible que es cuando le damos voz a nuestra lectura y se pueden ver los sentidos que construimos. Cada persona desde que nace “lee” el mundo buscando sentidos, y cada nueva lectura va a suponer una restructuración de ese espacio simbólico. Poco a poco el lenguaje nos ira ayudando con esto y se irá convirtiendo en nuestra segunda piel, en un instrumento de exploración privilegiado.
La escuela, por su parte, nos pondrá frente a un nuevo desafío: las letras, el mundo escrito; donde comenzara un nuevo proceso de descubrimiento y donde los sujetos van a empezar a manifestar su actitud de lectores. La escuela puede contribuir estimulando dicha actitud o por el contrario, dejarla claudicar. Por este motivo, se piensa en situaciones donde se genere la ocasión para que la lectura tenga lugar y los docentes son quienes tienen la responsabilidad y el compromiso de crear esa ocasión precisa, permitiendo facilitar la experiencia de la lectura personal. El docente, a su vez, tiene la obligación de escuchar a los lectores, “dándoles la palabra” y permitiéndoles que le pongan voz al texto, y así habrá contribuido a la formación de una sociedad de lectura.
Finalmente…
“La historia de un lector se confunde con su vida. Siempre se estará ‘aprendiendo a leer’ y siempre quedaran lecturas por hacer, tapiz por tejer o destejer”

Datos personales

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Licenciada y profesora en Letras Modernas, egresada de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA.ESPECIALISTA EN LITERATURA ARGENTINA. Especialista en Investigación Educativa. (ISP Joaquín V. González) Especialista en Litertura Infantil y Juvenil (CEPA) Actualemnte se encuentra cursando la Maestría en Análisis del Discurso (UBA) Publicó numerosos artículos y ensayos para diferentes sellos editoriales (Cántaro, Puerto de Palos, Paidos, revistas del ISPEI Sara Eccleston) En el 2012 su blog Entre el mouse y la tiza recibió el PRIMER PREMIO A LOS BLOGS EDUCATIVOS otorgado por la UNIVERSIDAD NACIONAL DE BUENOS AIRES (UBA) A raíz de ese premio fue convocada por distintos medios periodísticos. Durante 2013 el mismo blog resltó ser finalista de dicho concurso. En estos momentos se encuentra abocada a la investigación y la escritura de un ensayo en colaboración con la Lic. Cristina Olliana. Acaba de publicar Y DE PRONTO LA VIDA un ensayo destinada a la Crianza, la literatura y el Juego.

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